Locke sostiene que hay una ley natural que rige a la Naturaleza y al hombre, y que es anterior a toda organización social. Esta ley consagra la vida, la libertad y la propiedad. Pero la ausencia de una autoridad superior impide garantizar que los derechos y deberes que la ley natural prescribe sean respetados por todos. Para defender estos derechos surge la sociedad, el derecho y la autoridad. La sociedad nace del consentimiento (
contrato social) de los individuos que buscan proteger sus derechos naturales a la vida, a la libertad y a la propiedad. La sociedad, a través de su ordenamiento jurídico, tiene su razón de ser en el garantizar la vida, la libertad y la propiedad de los individuos. El Estado no tiene otro fin que el de velar por los individuos, por su bienestar y su propiedad, la cual no tiene derecho a enajenar. Y para amparar al individuo de una potencial exacerbación del poder estatal, Locke propugna la división equilibrada del poder político en legislativo y ejecutivo.
Trata la religión como un asunto privado, cosa que hoy nos parece en el mundo occidental como muy normal y lógico, pero en aquella Inglaterra que se debatía en la guerra de las religiones, la lucha entre el anglicanismo y el catolicismo, no era visto tan normal por sus contemporáneos.
Pero lo que nos importa aquí es su énfasis en la libertad. El énfasis en la libertad de la persona implica necesariamente que las creencias no pueden ser impuestas por la fuerza. La publicación de su Carta sobre la Tolerancia generó un intenso debate sobre si el gobierno tenía derecho a usar la fuerza, si era necesario, para que los disidentes reflexionaran sobre los méritos del anglicanismo como verdadera religión. La respuesta de Locke es negativa. La carta apela a las conciencias de aquellos que han perseguido, atormentado, destruido o matado a otros hombres por motivos religiosos.
La libertad implica necesariamente que las creencias no pueden ser impuestas por la fuerza. En asuntos privados, cada uno decide cual es el rumbo a seguir; y en temas de conciencia religiosa, también. El cuidado del alma es algo propio de cada individuo.
La iglesia es una asociación voluntaria de hombres y no tiene jurisdicción alguna en asuntos terrenales, que son competencia del gobierno. Se ven claramente, pues, los principios de la separación de poderes entre el Estado y la Iglesia.
Locke es un firme defensor de la propiedad. La propiedad es anterior a la propedad civil, y la propiedad no sólo beneficia al propietario, sino también a la sociedad en su conjunto. La propiedad es natural y bienhechora, no sólo para el hombre, sino para el conjunto de la humanidad. "El que se apropia de una tierra mediante su trabajo no disminuye sino que aumenta los recursos comunes del género humano". La propiedad confiere la felicidad y la mayor felicidad coincide con el mayor poder: "La mayor felicidad no consiste en gozar de los mayores placeres, sino en poseer las cosas que producen los mayores placeres". De esta forma queda definido un "hedonismo capitalista".
En el sigloXVII y parte del XVIII, la mayoria de países de Europa occidental adoptaron la forma de gobierno denominada absolutismo. En este régimen se caracterizó por la concentración del poder del Estado en manos del monarca, considerado de origen divino. Las monarquías absolutas protegíeron las actividades econónomicas de reino y establecieron un ferreo control administrativo.
Las sociedades con gobierno absolutistas de dividían en estamentos. La nobleza y el clero disfrutaban de grandes privilegios, mientras que el resto de la población carecía de derechos y pagaba impuestos. La burguesía de esta época logró acumular enormes fortunas; sin enbargo, estaba marginada de la vida política del reíno, al igual que los artesanos libres y los siervos.
Durante los siglos XVII y XVIII, Inglaterra constituyó un gran imperio. El desarrollo manufacturrero y comercial impulsado por la burgesía y el fortalecimiento de la flota naval inglesa permitieron a este país, en franca rivalidad con Holanda , España y Portugal, penetrar en los mercados de las colonias americanasy de la India. El dominio colonial y comercial soblre India, las costas de Guinea y algunas regíones de América fortaleció la hegemonía tanto marítima como económica de Inglaterra.
Luis XIV de Francia se convirtió en el modelo de monarca absolutista; "El Estado soy yo".Durante su reinado, Francia disputó la supremacía a Inglaterra y a Holanda y se convirtió en uno de los reinos más prósperos de Europa.
El Sacro Imperio Romano Germánico estaba formado por más de 300 estados independientes: entre ellos sobresalían Austria y <prusia, que se disputaban la supremacia política en el centro de Europa. Durante el reínado de Federico II, Prusia adquirío gran poder militar yeconómico. Los monarcas prusianos impulsaron la unidad de los estados germánicos, que después constituyeron el estado alemán.
El Imperio austriaco fue parte del Sacro Imperio Romano Germánico, pero conservó su independencia política y se anexó extensos territorios conquistados y los propios se constituyó el Imperio austro-húngaro.
La dinastía Romanov promovió importantes transformaciones políticas y económicas en Rusia. Pedro I Impulsó el desarrollo económico y el fortalecimiento del
ejército y la armada. Catalina II aplicó una agresiva política expancionista que extendió el dominio ruso.
La superioridad de las flotas mercantes inglesa, francesa y holandesa lieuidó la hegemonía marítima de España y Portugal .
Esta dos naciones enfrentaron una grave crisis económica durante el siglo XVII. debido a la drástica disminución de la producción minera de las colonias que poseían en America y, en el caso de España, los desaciertos de los monarcas españoles en la conducción de los asuntos de Estado y los enormes gastos causados por las guerras europeas, en las que participaron los ejércitos españoles.