Comúnmente se entiende por ingreso como el pago de los factores de la producción; es decir, el pago al trabajo y al capital. En el método del ingreso:
Sumaremos las remuneraciones a los factores de la producción.
Salarios (utilización del trabajo)+ Ganancia (utilización del capital fijo)+ Intereses (utilización de los recursos financieros)+ Rentas (ganancia de la tierra o uso de propiedad ajena)= Producto Nacional Neto a Costo de Factores= Ingreso Nacional.
Por definición éste debería ser el valor de la producción o Producto Nacional, puesto que aquí están considerados todos los ingresos surgidos del aparato productivo; sin embargo, como el valor de la producción siempre se mide de acuerdo a los precios que tienen estos productos en el mercado, existen otros elementos que inciden en el precio de los artículos; tales elementos son depreciaciones, impuestos indirectos y subsidios.
Al Producto Nacional Neto a Costo de Mercado, o Ingreso Nacional, le sumamos los impuestos indirectos y le restamos los subsidios. A diferencia de los impuestos indirectos, que son los pagos que recibe el gobierno y que afectan directamente a los precios en la compra de cada bien o servicio; los impuestos directos no lo hacen, puesto que gravan exclusivamente a los ingresos de los factores de la producción.
Por otro lado, la razón de que se resten los subsidios estriba en que el precio de venta de algunas mercancías o servicios se encuentra por debajo de su costo real, es decir, el costo de los factores de la producción empleado es mayor que el precio que el público está pagando por el artículo en cuestión. Esa diferencia es la que se llama subsidio y la paga el gobierno directamente de su presupuesto o se convierte en costo que el gobierno absorbe. La suma del Producto Nacional Neto a costo de factores mas impuestos indirectos menos subsidios nos da como resultado el Producto Nacional Neto a precios de mercado.
Al producto Nacional Neto a precios de Mercado le sumamos las depreciaciones, que son las amortizaciones al capital fijo y obtenemos, finalmente, el Producto Nacional Bruto.
Las depreciaciones se convierten en la reposición de la inversión utilizada en el proceso productivo. Si suponemos que una máquina de una empresa cualquiera tiene una vida útil de 10 años, la reposición de dicha maquinaria no se está realizando cada año, sino que se efectúa a los diez años; sin embargo, durante la vida útil de la máquina, la empresa está considerando en sus estados contables el valor de la décima parte de la máquina, hasta completar el precio de ésta para su reposición que realizará al final de los 10 años siguientes.
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